Acto Académico de las Residencias de Opositores Pío XI, León XIII y San Alberto Magno
Este viernes hemos celebrado en el auditorio de la Fundación Pablo VI el acto académico de las Residencias de Opositores Pío XI y León XIII, junto a la recién inaugurada San Alberto Magno. Un acto para poner en común el esfuerzo diario de estudio y renuncias y darle impulso con los testimonios de los recién aprobados y de otros que viven el servicio público desde la vocación y el compromiso. Muestra de ello fueron los testimonios del matrimonio formado por el magistrado Pablo Ruz y Ana Cristina Gómez Aparicio, subdirectora general de Protección a la Infancia de la Comunidad de Madrid que hicieron una intervención desde su experiencia como matrimonio, padres de familia y trabajadores de la administración pública.
Tres vocaciones a las que tratan de responder con generosidad, responsabilidad y humanidad, «la única forma en la que entiendo la justicia», explicó el magistrado que ha llevado los casos más mediáticos de los últimos años, lo que no le ha impedido perder la perspectiva de una justicia al servicio de los más vulnerables. «Me gusta un modelo de justicia afable, cordial, una justicia que ponga rostro».
Por su parte, Ana Cristina, dedicada a la protección de los menores tutelados, habló de la pasión que supone «utilizar los conocimientos adquiridos para ayudar a los más pequeños». Y, recordando sus años de opositora, les instó a no perder la alegría a pesar de los momentos duros y de soledad que se viven en el proceso.
La directora de las Residencias, Laura Moreno, tras recordar el último encuentro de la Fundación Pablo VI con el Papa Francisco, les recomendó la lectura de la Fratelli Tutti y su llamada a ser, como futuros servidores públicos, hacedores de paz y artífices del bien común, evitando la polarización.
Para terminar, el director general de la Fundación Pablo, Jesús Avezuela, usando la metáfora de los 7 minutos de la luz del amanecer que el pintor Monet esperaba durante todo el día para crear sus mejores pinturas, les animó a perseverar en el trabajo y la paciencia. Porque, al final el día, cuando se haga la luz se podrá ver que «todo ha merecido la pena».
En el acto se homenajeó a todos los opositores de las residencias que este año han aprobado y forman ya parte de la administración pública y también hubo reconocimiento para los postgraduados. Fueron 23 MIR, 14 Registradores, 4 Inspectores de Hacienda, 1 Técnico de Auditoría y Contabilidad, 1 Jurídico Militar, 1 Inspector Técnico de Hacienda, 2 FIR, 1 Cabo y Guardia del Cuerpo de la Guardia Civil, 1 Técnico Comercial y Economista del Estado, 1 Diplomado Comercial del Estado, 1 Diplomático, 1 Administrativo Civil del Estado y 3 Masters.